Clodoalda frente a su cuidada librería.
Clodoalda frente a su cuidada librería.

Clodoalda Calcerrada: “Las palabras simples como ‘gracias’ pueden tener más poder que cualquier hechizo.”

Celebridades, Clientes, Entrevistas

Al entrar en la casa de Clodoalda Calcerrada en su pueblo natal, uno se siente inmediatamente transportado a otra época. Las paredes del salón están cubiertas de estanterías abarrotadas de libros de todos los tamaños y colores. Entre los libros, hay objetos peculiares que llaman la atención: un vial con arena suspendida en su interior, una antigua arma de fuego muggle y la maqueta de un barco; seguro que cada uno esconde una historia detrás. Nos acomodamos en unos sillones antiguos, rodeados por la cálida atmósfera de este refugio literario y mágico. Con un pequeño aperitivo preparado por Clodoalda, comenzamos nuestra conversación.

Sala de estar con el aperitivo que Clodoalda preparó para nosotros.
Sala de estar con el aperitivo que Clodoalda preparó para nosotros.

Entrevistador: Buenas tardes, Clodoalda. Es un honor que nos hayas abierto las puertas de tu casa hoy. ¿Cómo te encuentras?

Clodoalda Calcerrada: Buenas tardes. Estoy bien, gracias. Un poco nostálgica, tal vez, pero eso es habitual en mí.

Entrevistador: ¿Podrías contarnos un poco más sobre esa nostalgia que mencionas? Si no es indiscreción.

Clodoalda Calcerrada: Sí, claro, no te preocupes. Como mencionaba, la nostalgia es algo que me acompaña constantemente. Suelo revivir pequeños fragmentos del pasado que me llenan de emociones encontradas, y me hacen reflexionar sobre lo que he vivido y cómo ha moldeado quien soy hoy día.

Entrevistador: ¿Hay algún recuerdo en particular que te gustaría compartir con nosotros?

Clodoalda Calcerrada: Uno de los recuerdos más vívidos que tengo es el día en que recibí mi carta de aceptación de Beauxbatons. Recuerdo la sensación de impotencia cuando mi madre arrojó la carta al fuego sin siquiera abrirla. Yo había estado meses antes zambullida en los libros de mis hermanos mayores, deseando ir preparadísima. Odiaba la idea de ir a clases sin saber nada sobre lo que me enseñarían. En ese momento no entendía por qué, pero claro, era solo una niña. Al año siguiente, logramos acceder con una beca, pero me llevó años liberarme de ese resentimiento.

Carta de aceptación en Beauxbatons que Clodoalda aun conserva. Hemos tapado el necrónimo por respeto a la privacidad de la autora.
Carta de aceptación en Beauxbatons que Clodoalda aun conserva. Hemos tapado el necrónimo por respeto a la privacidad de la autora.

Entrevistador: Ya que hablas de libros, es imposible no percatarse de la cantidad de libros que nos rodean. Intuyo que hay de todas las culturas y épocas. ¿Qué nos puedes decir sobre los objetos que los acompañan?

Clodoalda Calcerrada: Que podríamos hacer una entrevista solo hablando de ellos. Estos objetos no solo decoran mi hogar, sino que representan momentos y personas que han influenciado mi vida. A este farolillo – señalando un peculiar farolillo encendido a los pies del sofá – aun tengo que buscarle un sitio especial, me lo trajo mi sobrino de un viaje a Helsinki poco antes de fallecer. Procuro mantener la vela encendida para que le sirva de guía, por si le quedó algún asunto pendiente y decide visitarnos. Sé que puede resultar algo iluso, pero uno de los fantasmas de Beauxbatons me lo recomendó.

Farolillo que Clodoalda mantiene encendido.
Farolillo que Clodoalda mantiene encendido.

Entrevistador: Precisamente, quería que nos hablaras de tus días en Beauxbatons. ¿Cómo fue tu experiencia en esa prestigiosa escuela?

Clodoalda Calcerrada: Beauxbatons fue un lugar de aprendizaje para mí, tanto como alumna como docente en los años posteriores. Comencé allí un año más tarde que mis compañeros y sentía la obligación de demostrar mi valía; aunque hubiese empezado tarde, no había estado perdiendo el tiempo. No creo realmente que estuviera intentando demostrarlo a nadie externo a mí. ¡Cuánta presión me he autoimpuesto! – reflexiona – Fue allí donde descubrí mi pasión por los hechizos y encantamientos gracias a la clase de Monsieur Eugène. Más allá de lo académico, también fue un período de autodescubrimiento. Beauxbatons no estaba cerca de casa y volvía en ocasiones contadas; pasar tiempo fuera de casa a esa edad te da un empujón para pensar de dónde vienes, a dónde vas, quién eres y quién quieres ser. Como profesora, aprendí principalmente a valorar a las generaciones más jóvenes. Deberíamos estar más orgullosos de ellos y ayudarlos a crecer. No entiendo el desprecio generalizado que se muestra hacia nuestros jóvenes.

Entrevistador: Cuando tú eras jóven, te mudaste a Barcelona. ¿Qué nos puedes contar sobre esa etapa de tu vida?
Clodoalda Calcerrada: – se queda pensativa – Me parece que aquella etapa ya pertenece a otra vida y al mismo tiempo parece que fue la semana pasada. Barcelona fue un capítulo importante. La ciudad estaba comenzando a modernizarse, aunque no lo suficiente para acoger a personas como yo. Allí comencé mi transición y me sumergí profundamente en mis estudios sobre hechizos y encantamientos. A pesar de los desafíos, encontré en la magia un refugio y un camino para seguir adelante.

Entrevistador: Eventualmente regresaste a tu pueblo natal. ¿Cómo fue esa experiencia para ti?

Clodoalda Calcerrada: Volver a Villarta – Villarta de San Juan, en Ciudad Real – fue un desafío. Mi madre enfermó, y sentí que debía estar con ella. Aunque encontré cierto rechazo a mi llegada, esta vez tenía más madurez y perspectiva, vaya que me daba igual – aclara calmadamente – Ya me había convertido en una mujer más fuerte y resiliente. Volver me permitió reconciliarme con mi pasado.

Entrevistador: Recientemente has publicado tu último libro, ‘Gracias, perdón, por favor y otras palabras mágicas’, que ha llamado mucho la atención. ¿Qué nos puedes contar sobre él?

Clodoalda Calcerrada: «Gracias, perdón, por favor y otras palabras mágicas» es un recopilatorio de hechizos que, en muchos casos, son adaptaciones de la magia antigua utilizada en civilizaciones como la egipcia. Los antiguos egipcios creían en el poder de la palabra escrita y muchas de sus prácticas mágicas se preservaron en textos sagrados como el libro de los muertos, un texto funerario. Estos textos contenían encantamientos, hechizos y rituales para ayudar a los vivos y a los muertos en su búsqueda de protección, prosperidad y la vida eterna. Los hechizos frecuentemente eran escritos en papiros o en los muros de las tumbas, asegurar que llegasen a las siguientes generaciones. Mi objetivo fue traer esa sabiduría ancestral al presente, adaptándola para que cualquiera pueda entender y usar esta magia en su vida diaria.

Ejemplar del nuevo trabajo de Clodoalda: “Gracias, perdón, por favor y otras palabras mágicas”.
Ejemplar del nuevo trabajo de Clodoalda: “Gracias, perdón, por favor y otras palabras mágicas”.

Entrevistador: ¿Podrías darnos un ejemplo de estos hechizos y su origen?

Clodoalda Calcerrada: Claro, uno de los hechizos que incluyo es una adaptación de un antiguo encantamiento de atadura egipcio. Originalmente, se usaba para restringir las acciones o la influencia de una persona o entidad, un ejemplo de esto viene del papiro demótico mágico y dice: “Ato tu boca, ato tus manos, ato tus pies, ato tus acciones y ato tu magia. No dañarás, no hablarás, no te moverás, no encantarás”. He adaptado este hechizo para que las personas puedan usarlo hoy en día como una especie de amuleto verbal que brinda seguridad en momentos de incertidumbre.

Entrevistador: ¿Sería algo similar a Petrificus Totalus?

Clodoalda calcerrada: ¡Efectivamente! Pero con ligeras diferencias, en este nuevo hechizo, las habilidades de la persona encantada para oír, ver, sentir y pensar también se paralizan – en contraposición al hechizo Petrificus Totalus -, de manera que el sujeto no puede percatarse por sí mismo de haber sido hechizado.
Entrevistador: Además de los hechizos, el prólogo de tu libro también ha dado mucho que hablar entre los lectores. ¿Qué te inspiró a escribirlo?

Clodoalda Calcerrada: El prólogo es muy personal. Hablo sobre mis primeros años como mujer trans y el poco respeto que recibí del mundo. A pesar de haber estudiado palabras mágicas durante años, aprendí que las palabras simples y humanas como un simple “gracias» pueden tener más poder que cualquier hechizo, dependiendo del contexto claro.
Entrevistador: Es un mensaje muy poderoso.

Clodoalda Calcerrada: Espero que los lectores se lleven una mayor comprensión y empatía hacia las personas trans y cualquier persona que sea diferente. También quiero que aprecien el poder de las palabras amables y el impacto que pueden tener en la vida de alguien.

Entrevistador: Muchas gracias por compartir tu historia con nosotros, Clodoalda. Ha sido un verdadero honor.

Clodoalda Calcerrada: Gracias a vosotros por escucharme y darme este espacio. Es un placer compartir mi historia.

Tras estas palabras, acabamos el aperitivo que nos había preparado y nos acompañó en una visita por su pintoresco pueblo natal. Si quieres saber más sobre Clodoalda y su trabajo, te animamos a adquirir su libro en tu librería de confianza. También puedes conocer la varita a medida que hemos creado para ella aquí.